Este edificio suizo no sólo es una impactante construcción que deja entrever el nuevo rumbo de la arquitectura de este siglo realizada por prestigiosos estudios de arquitectura sino que además es un gran ejemplo de arquitectura sostenible.
Porque la bonita fachada no sólo ha sido pensada de esa forma para despertar la atención de quienes disfrutan del diseño sino que sirve para mantener al mínimo el gasto energético.
La fachada del Chrome Hotel presenta una serie de agujeros que por las noches se vuelven color azulado gracias a un conjunto de luces LED.. Estas ventanas circulares distribuidas en todo el edificio permiten que la luz natural penetre el interior y así se reducen los costos del sistema de climatización al mínimo.
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